Eliminó en Belo Horizonte a Atlético Mineiro por penales y por primera vez definirá un torneo continental.
Hay emoción por todos lados. En el campo de juego del estadio Raimundo Sampaio de Belo Horizonte, donde Leonardo Burián, el héroe de la noche, no puede contener las lágrimas abrazado con Guillermo Ortiz. Donde Fernando Zuqui corre llorando buscando con quien compartir su alegría. Donde el técnico Pablo Lavallén no se despega del “Mono” Javier Claut, su fiel ayudante de campo, ni aunque vengan con una orden del juez a separarlos. En la tribuna, donde el numeroso grupo de hinchas da rienda suelta al festejo, mezcla de cantos y abrazos. Ellos creyeron en este equipo y viajaron para ver el partido porque pocas cosas hay más lindas para un hincha que después poder decir “yo estuve ahí”. Y en Santa Fe, donde media ciudad sufrió para luego enloquecer y ganar las esquinas con festejos y salir con los autos a tocar bocina. Dicen que no vale la pena sufrir, y los hinchas de Colón lo refutan, siempre y cuando el sufrimiento explote en fiesta. Emoción. Esa es la palabra. Emoción por todos lados.
La crónica dirá que Atlético Mineiro lo acorraló desde el primer minuto y que Colón se dispuso a organizar la resistencia. El equipo argentino casi no cruzó mitad de cancha, refugiado muy cerca de Burián. Era sufrir y aguantar lo más posible el asedio, hasta que a los 39 minutos Di Santo, el centrodelantero argentino que juega en el Mineiro, convierte el 1 a 0 y el estadio se vuelve una olla a presión. En el segundo tiempo Colón intenta pararse más lejos de su arquero, pero a los 6´Chará pone el 2 a 0 tras un rápido contraataque. Clasificaba el Mineiro gracias al gol de visitante conseguido en Santa Fe, y bajó la intensidad. Colón adelantó sus lineas y a los 37´hay falta de Elías contra Morelo en el área y el colombiano Rojas sanciona penal. Toda la responsabilidad para el “Pulga” Rodríguez, que dejó su querido Atlético Tucumán para emprender la aventura santafecina y no falló desde los doce pasos. De ahí a aguantar hasta el final y definir en los penales. El Pulga también convierte en la serie, al igual que Ortiz, Olivera y Chancalay, aunque el arquero Cleiton le desvía el primero a Olivera. Mineiro mete los tres primeros, pero en el momento más oportuno apareció la enorme figura de Burián para tapar los dos últimos remates a Réver y a Cazares y meter a Colón en semifinales.
Habrá que esperar poco más de un mes, hasta el 9 de noviembre en la “Nueva Olla” de Cerro Porteño en Asunción donde enfrentará a Independiente del Valle en un único partido final, dada la nueva modalidad aprobada por CONMEBOL. Es la primera vez que Colón está en el partido definitorio de un torneo continental. Es histórico. Ahora falta un último escalón.