El Mundial de Clubes que se está jugando en Qatar se definirá entre Flamengo y Liverpool.
El año futbolístico se cierra nada más y nada menos que con un torneo que reúne a los equipos campeones de cada continente. El Mundial de Clubes organizado por la FIFA viene a reemplazar a la Copa Intercontinental que antes jugaban el campeón de la Libertadores con el campeón de la Copa de Europa (transformada con los años en “Champions League”), dándole a la competencia un carácter “mundial” obligando a los dos equipos de los continentes tradicionalmente más futboleros a jugar una semifinal antes de enfrentarse. Así, el campeón de la Libertadores, Flamengo, tuvo que enfrentarse al Al Hilal, de Arabia Saudita, campeón de Asia y Liverpool, el ganador de la Champions, al Monterrey de México representante de la CONCACAF de Centroamérica y América del Norte. Aunque ha habido algunas excepciones, en general se terminan enfrentando europeos y sudamericanos. Ésa es la final que todos esperan.
El campeón de la Copa Libertadores no había empezado bien contra el equipo árbe, que se puso en ventaja a los 18´por intermedio de Salem Al-Dawsari y aguantó los embates de los rojinegros hasta el final del primer tiempo, lo que era una gran sorpresa. Pero apenas comenzada la segunda etapa el uruguayo De Arrascaeta empató y comenzó a poner las cosas en orden. Solo era una cuestión de tiempo para que llegaran más goles y así fue. A los 78´Bruno Henrique y tres minutos más tarde Ali Al-Bulahi en contra, pusieron el 3 a 1 definitivo. Al ritmo del samba los brasileños se dispusieron a esperar rival para la final.
No es exagerado decir que el Liverpool la pasó mal contra el Monterrey. Se puso arriba en el tanteador a los 18´ cuando tras una buena jugada de Salah, Keyta empujó la pelota al gol. Pero dos minutos más tarde los rayados empataron cuando el arquero Allison Becker rechazó un fuerte remate de Gallardo, pero el rebote cayó en los pies de Funes Mori que no tuvo problemas en convertir su gol número 100 desde que llegó al club en 2015. Con el 1 a 1 el partido se hizo de ida y vuelta pero los “Red Devils” siempre chocaron con la enorme figura del arquero Barovero. Jurgen Klopp movió el banco. Hizo entrar primero a Sané y, a falta de 5 minutos a Roberto Firmino en reemplazo del belga Origi. Y fue el brasileño quien, en el primer minuto del tiempo adicionado venció al arquero argentino luego de una gran jugada de Salah y puso el 2 a 1 que depositó al Liverpool en el partido decisivo.
Mañana a las 14;30, todas las miradas del planeta fútbol estarán depositadas en Doha para ver la final. Al fin y al cabo, es la final que todos esperábamos.