Así fue la función de prensa de Coqueluche

Coqueluche emana buena energía. Esta comedia cuenta la historia de una joven que está al cuidado de unas monjas en un internado hasta que son invadidas por la epidemia de la tos convulsa. Entonces la madre superiora deja a la chica al cuidado de una actriz diva del teatro que vive en la mansión de al lado para preservar el contagio. Anoche se realizó la función de prensa y nadie se quiso perder la adaptación de José María Muscari.

Coqueluche

La sala del Multiteatro está muy bien condicionada para este espectáculo, y te prepara para lo que vivirás durante la función. Betiana Blum ingresa a escena y el público explota. Una verdadera número uno que decide jugar y acoplarse al staff de actores jóvenes dándolo todo y más. Demuestra oficio y se mueve como pez en el agua en el género comedia.

Estrenó

Julieta Poggio es más que una revelación. Con la pisada escénica que tiene revalida sus años de estudio. Tiene guiños con los espectadores sobre su paso por Gran Hermano, y resulta hipnótica con su sola presencia. El dominio que parecía único con las cámaras, también lo tiene para romper la cuarta pared en reiteradas oportunidades. Fresca, indomable, y trabajadora son solo algunos de los adjetivos calificativos que se le podrían atribuir.

Estrenó

Mónica Villa es otra jugadora de toda la cancha, que si bien tiene un rol secundario a la hora de resolver el conflicto, sus apariciones resultan desopilantes y la platea lo agradece con carcajadas. La conexión con Blum sigue siendo tan genial como lo fue en “Esperando la carroza”. Por su parte Mario Guerci, es el carisma hecho persona. Otro actor que se siente en su salsa haciendo comedia y que está súper bien personificando a Max, lanzándose a un rol muy difícil de interpretar. La química en el elenco es total.

Estrenó

Agustín Sullivan brilla como lo hace en cada trabajo que emprende. Este actor versátil hace llorar de risa a los espectadores, y tiene grandes momentos con Juli y Betiana. Un talento sin prejuicios que va siempre por más. Otro punto fuertísimo de Coqueluche es la escenografía. El estilo es “Muy Muscari“, donde predominan las luces, los colores y los detalles. El juego de luces y la música también se vuelven una parte fundamental en la historia. Coqueluche es una obra necesaria porque habla de amor, de prejuicios, de engaños, y sobre todo de relaciones humanas. Este fenómeno llegó para quedarse, y es una auténtica fiesta teatral.

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