Conmoción por el fallecimiento de Sinéad O’Connor
La cantante irlandesa Sinéad O’Connor murió a los 56 años, justo a 18 meses de la trágica muerte de su hijo. La artista que saltó a la fama con la balada épica “Nothing Compares 2 U” no tiene una causa de deceso confirmada. En los últimos años luchó contra la salud mental y lo hizo público. Su popularidad empezó en 1990 y nunca paró.
En un comunicado, la familia de O’Connor dijo: “Es con gran tristeza que anunciamos el fallecimiento de nuestra amada Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado privacidad en este momento tan difícil”. Al comienzo de julio de este año, había dicho en Facebook que se había mudado a Londres, y que estaba a punto de terminar su nuevo disco.
Conocida tanto por su cabeza rapada y sus opiniones contundentes sobre la religión, el sexo, el feminismo y la guerra como por su música, algunos la recuerdan por haber roto una foto del papa Juan Pablo II durante una aparición televisiva en Saturday Night Live. Durante más de 30 años, la cantante trató de sobrevivir bajo la mirada pública. Un descomunal talento para cantar, escándalos, problemas personales y tragedias la atravesaron.
Su hijo Shane de 17 años se quitó la vida. Acto seguido la cantante fue internada tras amagar quitarse la vida. En su último Tweet, O’Connor publicó una foto de su hijo y dijo: “Desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta. Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma”. O’Connor nació el 8 de diciembre de 1966. Tuvo una infancia difícil, con una madre que, según ella, la maltrataba, abusaba y la animaba a robar en las tiendas.
A los 15 años, un hombre de la industria discográfica la escuchó cantando Evergreen de Barbra Streissand en una fiesta y la contrató. Mientras trabajaba en el estudio su primer álbum, el que sería The Lion and The Cobra, el hombre le pidió que se dejara crecer más el pelo y que se vistiera con ropa más ajustada, que sea “más femenina”, enfatizó. La respuesta de Sinéad fue ir hasta la peluquería más cercana y raparse la cabeza, adoptando el look con el que se haría famosa.
