El suceso de Querido Evan
Querido Evan es al día de hoy, uno de los espectáculos más lindos de los últimos diez años en la cartelera porteña. Esta creación de Steven Levenson en el teatro Metropolitan, cuenta con la dirección de Sebastián Irigo, la dirección musical de Tomás Mayer Wolf, y la adaptación de Pablo del Campo, Lily Ann Martin y Guido Balzaretti. La obra es impactante desde el primer segundo, con una escenografía y puesta tremenda, sumado a una exquisita orquesta en vivo comandada por Gaspar Scabuzzo.
Si hay algo para destacar del público del musical, es la fidelidad. Los gritos y la expectativa en la sala antes de comenzar el show son pocas veces visto en el circuito de Calle Corrientes. Lo mismo sucede con el saludo final: pocas veces se vio a toda la platea poniéndose de pie para aplaudir a estos increíbles artistas, con este impecable texto.
El trabajo de Máximo Meyer en el rol de Evan es indescriptible. Hipnótico desde su primera aparición, logra romper la cuarta pared constantemente. Con talento y sensibilidad se pone al hombro dos horas y media de espectáculo (con intervalo incluido). La entrega de Julia Zenko conmueve en todo momento. En una de sus canciones logra que casi toda la sala se emocione hasta las lágrimas por su interpretación, compromiso y una eximia voz. Guido Balzaretti vuelve a ser magnético en el musical. Tiene uno de los personajes centrales de la historia, y cada escena que hace es un gol irradiando luz constantemente.
Laura Conforte es otra artista que nunca falla en este género: imposible no acordarse de su adorado personaje en “Casi Normales“. En este caso forma una dupla hermosa con Fabio Aste, otro jugador de toda la cancha en el teatro que se entrega en cuerpo y alma durante la función. Mariano Condoluci tiene uno de los roles más simpáticos y divertidos de “Querido Evan”. Un artista todo terreno que se lleva grandes aplausos por parte de los espectadores. Mariel Percossi siempre brilla en cada escenario al que se sube, y en este caso descontractura y le da grandes momentos a la trama.
Completan el elenco una genial Rocío Hernández que pasa por distintos momentos sabiendo crear siempre el clima indicado, con empatía y verdad. Franco Valerga hace el personaje de Evan en algunas funciones, y se ubica entre uno de los nueve elegidos para protagonizar este texto magnífico. La impecable producción sumado a una banda de sonido original impresionante, hacen de esta una apuesta insuperable. Un espectáculo para ver, recomendar y volver, que deja un mensaje más que importante en la sociedad actual: no todo está perdido, y que viva el teatro.
