En un meduloso fallo de 534 páginas, el juez Ramos Padilla deja constancia de que dictaría la prisión preventiva, dado el contexto de “excepcionalidad ha generado el imputado”. Los fueros. Y la posibilidad de que caiga la causa cuadernos

El juez Alejo Ramos Padilla da por probada, de mínima, 12 irregularidades flagrantes en el accionar de Carlos Stornelli en la ya famosa causa del espía trucho Marcelo D’Alessio, por la cual ayer fue procesado y embargado. Está acusado, ni más ni menos, de asociación ilícita, coacción, incumplimiento de los deberes de funcionario público y violación de la ley de inteligencia. Si actualmente no fuese fiscal, el magistrado hubiese pedido su detención y posterior prisión preventiva. Así lo deja en claro la página 530 de una medulosa resolución judicial, la cual puede marcar un verdadero quiebre en varios expedientes vinculados con la corrupción kirchnerista.

Según consta en el fallo, Ramos Padilla demostró que Stornelli incurrió en estas 12 irregularidades, las cuales da por probadas. 

  1. “Mantuvo una relación constante de intercambio con personas que desarrollaban actividades de espionaje ilegal y se presentaban como espías; incluso recibió testimonio a Marcelo D’Alessio ocultando que éste se había presentado como un agente de inteligencia, permitiendo así que el nombrado presentara carpetas con documentación “anónima” para ser incorporada a un expediente”.
  2. “Le reclamó a Marcelo D’Alessio actividades de espionaje ilegal para afectar expedientes judiciales”.
  3. “Participó, junto a una organización criminal, en la coacción a testigos para que declararan ante él contra su voluntad (caso Brusa Dovat)”. 
  4. “Permanece actualmente interviniendo en la causa formada en base a la declaración de dicho testigo, quien refirió haberla realizado bajo tal maniobra coactiva”.
  5. “Le reclamó a Marcelo D’Alessio la realización de cámaras ocultas contra un abogado defensor que lo incomodaba en sus tareas funcionales”.
  6. “Le reclamó a Marcelo D’Alessio actividades de inteligencia ilegal sobre el ex esposo de su actual pareja (caso Castanón)”.
  7. “Interviene en investigaciones cuyas copias son negadas sistemáticamente a este Tribunal, en las que D’Alessio declaró como testigo ante él, y sobre las que la organización proyectó maniobras de espionaje ilegal (caso GNL)”.
  8. “En el marco de esas mismas investigaciones, consintió resoluciones, en su rol de fiscal, para intervenir en tal carácter respecto de hechos ilícitos donde se lo investiga”.
  9. “Solicitó a imputados en esta causa que limitaran o modificaran sus declaraciones para que no lo involucraran judicialmente”.

10- “Realizó gestiones para que la Fiscal a cargo de una causa en la que se investiga la misma plataforma fáctica que en estos actuados –caso Etchebest- le reciba declaración a esa misma persona a la que le pidió limitar o modificar su testimonio (Juan Bidone)”. 

  1. “Recibió mensajes del propio D’Alessio, después de realizado el allanamiento en su vivienda, para concertar el modo en que habrían de llevar adelante una estrategia por fuera del marco de este expediente”.
  2. “Y, quizás la cuestión más grave, eludió el accionar de la justicia durante más de 9 meses al colocarse explícita y públicamente en situación de rebeldía, desautorizando así las resoluciones y decisiones judiciales ratificadas en diferentes instancias, incluso por el máximo tribunal penal de la Nación”.

Para Ramos Padilla, todas estas cuestiones “configuran una situación de extremo peligro procesal, ya que se tratan de inconductas graves llevadas adelante por un funcionario que ha tomado provecho de su cargo para entorpecer una investigación donde se encuentra imputado, y eludir la acción de la justicia por más de nueve meses”.

Por su condición de fiscal federal, Stornelli no puede ser detenido. Pero el juez de Dolores deja en claro que debería proceder dicha circunstancia, dada las características del caso. Escribe concretamente: “Tal contexto de excepcionalidad que ha generado el imputado -y que fue facilitado por una extensa demora en la adopción de decisiones

correspondientes a la Procuración General de la Nación- impondría necesariamente el dictado de su prisión preventiva”.

Ramos Padilla exhorta al jefe de los fiscales interino, Eduardo Casal, que lleve adelante “sin más demoras y dilaciones” el “necesario juzgamiento” de Stornelli en el “ámbito disciplinario” y de “juicio político”. Sin que procesa dicho trámite, sumamente complejo y cargado de tensiones político-judiciales, el fiscal seguirá con fueros. Ergo: no podrá ser detenido.

En el procesamiento, se deja en claro que Stornelli hizo todo lo posible para amañar la causa de Gas Licuado, la cual es la “madre” de Cuadernos, porque en virtud de ella, el expediente que dio origen las anotaciones del chofer Oscar Centeno, cayó en la misma fiscalía, y en el mismo juzgado (11 de Claudio Bonadio). Dicho en otras palabras, lo que muchas veces denunció el kirchnerismo de fórum shopping. El procurador Casal siempre protegió o defendió el accionar de Stornelli. El tema es que, en las próximas semanas, el presidente Alberto Fernández, mandará al Senado el pliego de Daniel Rafecas para que sea el nuevo jefe de los fiscales. Y quizás otra sea la suerte del ahora procesado fiscal federal