Gustavo Potenza había sido detenido el 17 de junio pasado. La Justicia entendió que no había pruebas suficientes que lo vincularan con el asesinato de Gabriel Izzo, ocurrió el 9 de junio último, en medio de un intento de robo.

Uno de los tres detenidos por el brutal crimen de Gabriel Izzo, el empresario asesinado durante un asalto en su casa de San Antonio de Padua el 9 de junio pasado, fue liberado por falta de mérito, según informaron fuentes judiciales.

Gustavo Damián Potenza, conocido como “Chevecha”, había sido detenido el 17 de junio tras allanamientos en una vivienda en Pontevedra. La liberación fue ordenada por el juez de Garantías 2 de Morón, Ricardo Fraga.

De acuerdo a los informantes, la decisión de liberar a Potenza se basó en la falta de pruebas que lo vincularan con la escena del crimen. Tanto los peritajes realizados como el análisis de imágenes ordenado por los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón no proporcionaron elementos suficientes para justificar su prisión preventiva.

“La investigación dejó en claro que el acusado no estuvo en el automóvil Volkswagen Gol Power que llegó al lugar del robo”, declararon los informantes.

Liberaron a "Chevecha", uno de los tres detenidos por el brutal crimen del empresario en San Antonio de Padua

En cuanto a los otros dos detenidos, Walter Rodríguez Sierra, alias “El uruguayo” de 53 años, y Gustavo Julio Alberto Mac Dougall de 49 años, aún permanecen detenidos. Ambos ampliaron sus indagatorias ante los fiscales de la causa y se espera que la justicia resuelva sus situaciones procesales dentro de los plazos establecidos.

Rodríguez Sierra reafirmó su inocencia, mientras que Mac Dougall sostiene ser únicamente el conductor de la banda y que nunca ingresó a la vivienda del comerciante asesinado.

Recientemente, el abogado defensor Javier Baños solicitó la liberación de Rodríguez Sierra argumentando que es completamente inocente y que no tuvo ninguna participación en el asesinato de Izzo, sino que solo “vendió el auto” utilizado por la banda delictiva.

Los prófugos

En la investigación aún se encuentran prófugos dos sospechosos, Diego Eduardo Correa (25) conocido como “Tiki”, quien resultó herido en una pierna por un disparo realizado por la víctima, y Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza (30), según fuentes judiciales. Ambos tienen órdenes de captura nacionales e internacionales.

El crimen ocurrió el viernes 9 de junio alrededor de las 4:20 am en una casa ubicada en la calle Italia 1077, a poca distancia del centro de la estación de San Antonio de Padua. Gabriel Izzo, propietario de un aserradero, vivía allí junto a su esposa Silvana Andrea Petinari (56), hija del dueño de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo. Durante el asalto, Izzo fue asesinado y su esposa resultó apuñalada y golpeada.

En el lugar del crimen, se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari (83), quien no sufrió lesiones ya que no salió de su habitación.

Liberaron a "Chevecha", uno de los tres detenidos por el brutal crimen del empresario en San Antonio de Padua

Las investigaciones revelaron que al menos dos delincuentes ingresaron a la casa luego de forzar una persiana de madera. Mientras tanto, otros dos delincuentes esperaban afuera en un Volkswagen Gol Power gris, utilizado como vehículo de vigilancia.

Izzo, al escuchar ruidos, tomó dos armas que guardaba en su habitación, una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió para averiguar lo que estaba sucediendo. En ese momento, se enfrentó a los delincuentes, quienes le dispararon y apuñalaron.

El informe de autopsia reveló que Izzo recibió al menos cuatro disparos, uno de ellos en el cuello, que resultó mortal. Un análisis balístico estableció que se utilizaron una pistola calibre .380 y una Bersa 9 milímetros, encontradas en la pizzería “Lo de Cata” ubicada en Gervasio Pavón al 3500 de Castelar Sur, donde se encontraba estacionado el automóvil utilizado por los asaltantes.

En esa pizzería, así como en un kiosco cercano y otros locales de la zona, los investigadores encontraron objetos presuntamente robados a Izzo y su esposa.

Después de más de dos semanas de internación, la viuda del comerciante fue dada de alta el 27 de junio pasado.