Amplió su declaración indagatoria ante el fiscal e insistió en su inocencia.

El único detenido en la causa que investiga el asesinato de Gabriel Izzo, el comerciante que fue asaltado y asesinado el pasado 9 de junio en su residencia en San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aires, amplió su declaración indagatoria ante el fiscal, manteniendo su inocencia, según informaron fuentes judiciales.

En paralelo, las fuerzas policiales llevaron a cabo una serie de allanamientos en la madrugada de hoy, en respuesta a las órdenes del fiscal Claudio Oviedo, con el objetivo de capturar a los tres sospechosos, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, los resultados de los allanamientos fueron negativos.

Fuentes judiciales confirmaron que el único detenido hasta el momento en relación con el crimen de Izzo, conocido como “El Uruguayo” y de nombre Walter Rodríguez Sierra, fue trasladado desde la comisaría donde se encuentra detenido hasta la fiscalía de Oviedo para ampliar su declaración.

Declaró "El Uruguayo", el único detenido por el crimen en San Antonio de Padua

Rodríguez Sierra, quien había sido jefe de calle encargado de las campañas electorales del partido Juntos por el Cambio en Morón desde 2015 y había trabajado como chofer de un secretario de Gobierno durante la gestión de Ramiro Tagliaferro, reiteró su inocencia y afirmó no tener ninguna relación con los hechos que se le imputan.

Después de la ampliación de la declaración indagatoria, el acusado sufrió un malestar y tuvo que ser trasladado al Sanatorio de Oeste de Ituzaingó, donde recibió atención médica. Una vez estabilizado, fue llevado nuevamente a su lugar de detención.

Por otro lado, voceros confirmaron que se realizaron varios allanamientos durante la madrugada en diferentes zonas de La Matanza y Morón en busca de los tres sospechosos que tienen pedido de captura a nivel nacional e internacional. Los sospechosos, identificados como Diego Eduardo Correa, Gustavo Julio Alberto Mac Dougall y Gustavo Damián Potenza, son buscados por su presunta participación en el asesinato de Izzo y las heridas que sufrió su esposa, Silvana Andrea Petinari (56).

Declaró "El Uruguayo", el único detenido por el crimen en San Antonio de Padua

Familiares de Petinari informaron que su estado de salud es muy delicado y sigue siendo grave, después de haber sufrido heridas cortantes en su cuerpo y la pérdida de su globo ocular derecho como consecuencia de una puñalada.

El caso

El trágico suceso tuvo lugar el viernes 9 de junio a las 4:20 a.m. en una casa ubicada en la calle Italia 1077, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua. Gabriel Izzo, propietario de un aserradero en la zona oeste del Gran Buenos Aires, vivía allí junto a su esposa, Silvana Petinari, hija del dueño de la empresa “Petinari” dedicada a la fabricación de acoplados, volcadores y semirremolques en el partido de Merlo.

Según fuentes, al menos dos delincuentes forzaron la persiana americana de madera de la vivienda e ingresaron, sorprendiendo al matrimonio. Mientras tanto, otros dos delincuentes esperaban afuera en un automóvil Volkswagen Gol Power gris, actuando como “campana”.

Declaró "El Uruguayo", el único detenido por el crimen en San Antonio de Padua

Izzo, al despertarse al escuchar ruidos, tomó dos armas de fuego que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38. Salió de la habitación para investigar lo que estaba sucediendo y se encontró con los delincuentes, quienes le dispararon y apuñalaron.

La víctima también efectuó disparos, pero solo con el revólver, ya que la pistola se trabó y aparentemente no logró herir a nadie, según los informantes.

Izzo recibió al menos cinco disparos y falleció en el lugar debido a las heridas de bala y arma blanca que le infligieron los delincuentes. Su esposa también fue apuñalada y golpeada.

Declaró "El Uruguayo", el único detenido por el crimen en San Antonio de Padua

En la casa también se encontraba la madre de Silvana, Elsa Otruba de Petinari (83), quien resultó ilesa ya que no salió de su habitación.

Días después del crimen, fue detenido Walter Rodríguez Sierra, propietario del vehículo Gol en el que huyeron los ladrones. Además, su hijo y un joven de 18 años fueron arrestados pero posteriormente liberados.