Por su parte, la WTA anunció la no realización del certamen de Charleston.

La ATP pasó del status quo a la acción drástica y expeditiva en un par de días por causas de fuerza mayor. Canceló recientemente el Masters 1000 de Miami y toda la actividad tenística hasta el 20 de abril a causa de la expansión del COVID-19, el virus que pone en riesgo la salud de toda la población mundial. Solo le faltaba expedirse acerca de los torneos Challengers e ITF (ex Futures) que estaban en plena disputa esta semana, y el organismo decidió la suspensión de los mismos a partir de este viernes, cuando debían jugarse los cuartos de final en todos esos torneos.

El Coronavirus no da respiro, tiene en jaque al bienestar del mundo y a todas las estructuras económicas, incluida la del deporte rentado. Falta el anuncio de la WTA, que se plegó a la suspensión del Premier Mandatory de Miami y dio de baja el evento de Charleston, siguiente estación del calendario después del Miami Open. Sin embargo, se espera una medida similar a la tomada por la ATP. La mayoría del ambiente tenístico se encuentra en estado de schock, pero consciente de la gravedad que tiene el COVID-19, que se ha cobrado muchas vidas humanas en todo el planeta.