Gimnasia y Esgrima ya vive la euforia de su gente por ver a Diego
Ya no juega más, pero fue el mejor de todos. El que desde el campo de juego le dio más alegría a la gente. Si la felicidad se trata de momentos, muchos fueron gracias a él. Los que lo vieron jugar saben de lo que hablo. Y los que por una cuestión de edad se lo perdieron, escucharon a los mayores sobre sus hazañas y recurrieron a la tecnología para ver imágenes de sus legendarias jugadas y comprobar que era cierto lo que les habían contado. Que realmente hubo alguien que convirtió esos goles increíbles y cuyo romance con la pelota lo transformó en nuestro embajador en el mundo.
Ese hombre ya no juega más. Se llama Diego Armando Maradona y hasta camina con alguna dificultad mientras se recupera de una operación de rodilla. Pero el amor incondicional con la gente sigue intacto. Y su incorporación como técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata así lo demuestra.
Para la presentación y entrenamiento abierto de mañana a las 14 en el estadio del Bosque, las instalaciones del club parecen pequeñas a juzgar por el interés que se generó. No se van a vender entradas, sino que será exclusivo para socios. Y a los cerca de 30.000 socios que posee el club se le agregan 1.500 más que se asociaron en los últimos dos días. Algunos que ni siquiera son hinchas de Gimnasia. Un fotógrafo free-lance que conozco, ante la dificultad para acreditarse debido al aluvión de pedidos de periodistas de todo el mundo, decidió hacerse socio para asegurarse un lugar. El estadio tiene capacidad para 25.000 espectadores. Si todos los socios deciden hacerse presentes para ver a Diego, los números no cierran. La dirigencia está organizando todo para que no haya problemas. Pero también analizan en el futuro utilizar el Estadio Ciudad de La Plata, muy resistido por la parcialidad tripera, pero que duplica la capacidad del Bosque.
Es un gran desafío para el presidente Pellegino y su comisión directiva. La maltrecha economía del club puede verse revitalizada gracias al entusiasmo que provoca Diego. Al aluvión de nuevos socios se suma la venta de camisetas y nuevos sponsors que se acercan como atraídos por un imán gigante. Se piensa en vender los derechos televisivos no solo de la práctica de mañana sino de todas las prácticas que se realicen con Maradona en Estancia Chica. Y a las canchas del predio de entrenamiento se les agregará publicidad estática que también aportará dinero. Ingresos genuinos que el club necesita como agua en el desierto.
Y al margen del club, todo el trabajo que se disparó por la conmoción de la contratación de Diego. Las cuadras de cola frente a la sede para asociarse o regularizar la situación, atrajo a las típicas parrillas al paso con choripanes y hamburguesas. Un vendedor de banderas contaba que que se acercó con todas las que tenía de Gimnasia y ya casi las había vendido a todas. Lo mismo con todo el merchandising que se imaginen.
Más tarde o más temprano, Maradona así como llegó se irá, porque nada es para siempre. Pero llevó a todo el mundo tripero una oportunidad que deberán aprovechar con mucha inteligencia. Habrá que ver si desde lo futbolístico la suerte lo acompaña. Pero la revolución Maradona llegó a La Plata.