Venció 19-7 y es finalista del mundial de Japón.
Ultimamente habían perdido algunos partidos, algo completamente inusual. Cuando siempre llegaban a las Copas del Mundo como candidatos excluyentes, esta vez el pronóstico estaba más abierto. Habían perdido el Rugby Championship contra Sudáfrica, Irlanda les había ganado un par de veces, Australia también los había vencido e Inglaterra se presentaba en el mundial con una versión muy sólida construída pieza por pieza por el entrenador australiano Eddie Jones, primer extranjero en dirigir a la Rosa en su historia. Sin embargo se trataba de los All Blacks y con tremendos jugadores y estilo de juego, hasta se pensaba que podía ser una estrategia del head coach Hansen para hacer pruebas en aquellos partidos y llegar con el rendimiento más alto al Mundial.
Se va a hablar mucho de este partido y de la actitud de Inglaterra. Algo cambió Jones en la cabeza de este equipo que en la anterior Copa del Mundo no pasó la fase de grupos. Inglaterra lo empezó a ganar desde el haka neocelandes. Mientras T.J. Perenara dirigía el ritual maorí, en su tradicional formación triangular con el capitán Kieran Read en el vértice más cercano al rival, los hombres de la Rosa formaron una “V” que “envolvía” ese triángulo. Claro que después los partidos hay que jugarlos, pero fue un primer paso para demostrar que estaban ahí para ser protagonistas y no partenaires.
Inglaterra arrancó con todo, abriendo la pelota en una sucesión de pases muy veloces y precisos, sorprendiendo a los All Blacks que no llegaron a pararse bien en defensa. Había pasado solamente un minuto y medio y el centro Manu Tuilagui que se zambulle de cabeza y logra apoyar el primer try. Luego de la conversión, la presión inglesa sigue, marcando bien arriba, siempre al borde del off-side, como suelen marcar los neocelandeses. Están recibiendo un poco de su propia medicina. A los 28´el tercera línea inglés Underhill apoya, pero la jugada es revisada por el TMO y anulada por una pantalla previa de Tom Curry. Minutos más tarde, el apertura George Ford acierta un penal y se termina el primer tiempo con los de la Rosa arriba por 10 a 0.
Inglaterra había defendido muy bien, con varios pescadores siempre sobre la pelota y dominando en el breakdown. Rarísimo ver a los All Blacks en 0 y sin situaciones de try. Hansen manda a Sam Cane en lugar de Scott Barrett tratando de equilibrar el breakdown. A los 7´vuelven a anularle un try a Inglaterra. A la salida de un maul apoya Ben Youngs, pero el TMO revisa la jugada y previamente a salir la pelota va hacia adelante por lo que la jugada termina en scrum para los All Blacks. Otro penal de Ford pone a los de blanco arriba 13-0. Pero en un ataque aislado, Seevu Reece se manda una gran corrida y es sacado fuera del campo de juego cerca del ingoal inglés. Increíblemente el line es lanzado largo y descordinado por los ingleses y cae en las manos de Ardie Savea que solo tiene que dejarse caer dentro del ingoal rival. Un regalo que hace pensar si Inglaterra no empezaría a caer física y mentalmente. Nada que ver. No disminuyó la intensidad y aumentó la diferencia con dos penales de Ford para el 19-7 final.
Es un día histórico. Se termina una hegemonía All Black. No solo era el campeón de las dos últimas ediciones de la Copa del Mundo, sino que es el seleccionado que más semanas consecutivas lideró el ranking. Ha caído el rey. En la Copa del Mundo Japón 2019 habrá nuevo campeón.