El estreno de Es solo sexo

Es solo sexo cuenta la historia de un grupo de amigos que decide intercambiar parejas, pero lo que empieza como algo divertido, se va convirtiendo en un dilema. Es una comedia provocadora y entretenida, que cautiva y da una perspectiva más amplia sobre el amor en todas sus variantes. Esta obra éxito en Estados Unidos, tiene la ventaja de tener seis actores que están impecables en sus roles. La conexión que hay entre ellos es para destacar, más allá de que cada remate es una carcajada asegurada en la platea del teatro Picadilly.

Cada rol está muy bien elegido, y durante la función todos se lucen en reiteradas oportunidades. Paula Morales es hipnótica desde su primera aparición. Con la frescura y el talento que la caracteriza, hace de pareja del personaje de Ignacio Serricchio, quién brilla tanto durante la obra, que los espectadores se lo agradecen con su ovación en el saludo final. Lo mismo sucede con Adriana Salonia, que se entrega en cuerpo y alma a un personaje muy complejo, robándose todas las miradas incluso cuando no tiene texto, demostrando tener oficio y versatilidad.

"Es solo sexo": una comedia que te hará pensar

Lo de Benja Alfonso va en constante crecimiento. El ángel que lo llevó hasta acá en esta profesión, hace que se destaque interpretando a un adicto al sexo que se compra a la platea con dos palabras y una sonrisa. Se nota el compromiso actoral tanto de Benjamín como de todos sus compañeros a la hora de componer el personaje. Mechi Lambre es tan genial como necesaria en la historia. Juega, se divierte, y tiene muy en claro su rol dentro de la comedia, una jugadora de toda la cancha. Lo de Juan Ignacio Cane es espectacular porque tiene la difícil tarea de romper el hielo, y mantiene su firmeza en escena durante toda la función, revalidando una vez más por qué llegó hasta donde llegó, un actor de raza.

"Es solo sexo": una comedia que te hará pensar

La puesta en escena es súper dinámica, y la escenografía acompaña. El juego de luces y producción que tiene “Es solo sexo” es para destacar. Lo mismo que los giros narrativos a la hora de describir a los personajes. Se nota también el trabajo de dirección de Iván Romero Sineiro. Solamente desde la trama, el espectador se siente interpelado a la hora de ver en qué posición pararse. La libertad es uno de los mensajes que da el show, sumado a la confianza y empatía que puede haber (o no), dentro de una pareja monogámica.

Los códigos entre las personas y la delgada línea de los límites, se ven reflejados en estas tres parejas, que están atravesando situaciones muy distintas, pero que terminan conectando en un mismo punto. Una obra donde es difícil no identificarse con algún rol, y un plan perfecto para ir con amigos, en pareja o hasta solos, y disfrutar de un buen teatro.

"Es solo sexo": una comedia que te hará pensar