Descripción general
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad crónica inflamatoria de los pulmones que obstruye el flujo de aire desde los pulmones. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos, producción de mucosidad (esputo) y silbido al respirar. Es causada por la exposición a largo plazo a gases o partículas irritantes, en la mayoría de los casos del humo de cigarrillo. Las personas con EPOC tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y una variedad de otras afecciones.
El enfisema y la bronquitis crónica son las dos afecciones más frecuentes que contribuyen a desarrollar la EPOC. La bronquitis crónica es la inflamación del revestimiento de los bronquios, que llevan aire hacia y desde los sacos de aire (alvéolos) del pulmón. Se caracteriza por la tos diaria y la producción de mucosidad (esputo).
El enfisema es una afección en la cual los alvéolos que están en los extremos de las vías aéreas más pequeñas (bronquiolos) de los pulmones se destruyen como resultado de la exposición dañina al humo de cigarrillo y a otros gases y partículas irritantes.
La EPOC se puede tratar. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con EPOC puede lograr un buen control de los síntoma y la calidad de vida, además de reducir el riesgo de otras afecciones relacionadas.
Síntomas
Los síntomas de la EPOC no suelen aparecer hasta cuando ya se ha producido un daño significativo y, por lo general, empeoran con el tiempo, particularmente si el paciente sigue expuesto al humo del tabaco. Los pacientes con bronquitis crónica presentan una tos diaria y producción de mucosidad (esputo) como síntoma principal durante al menos tres meses al año en dos años consecutivos.
Otros signos y síntomas de la EPOC pueden incluir los siguientes:
Dificultad para respirar, sobre todo durante la actividad física
Silbido al respirar
Presión en el pecho
Tener que aclararse la garganta temprano a la mañana, debido al exceso de mucosidad en los pulmones
Una tos crónica que puede producir mucosidad (esputo), la cual puede ser transparente, blanca, amarilla o verdosa
Color azul en los labios o los lechos ungueales (cianosis)
Infecciones respiratorias frecuentes
Falta de energía
Pérdida de peso involuntaria (en los estadios más avanzados)
Hinchazón en los tobillos, los pies o las piernas
También es probable que las personas con EPOC tengan episodios llamados reagudizaciones, durante los cuales los síntomas empeoran más que la variación habitual diaria y duran al menos varios días.
Causas
La causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en los países desarrollados es el tabaquismo. En los países en vías de desarrollo, la EPOC a menudo se presenta en personas que están expuestas a gases combustibles usados para cocinar o para calefaccionar en viviendas con mala ventilación.
Solo aproximadamente el 20 al 30 por ciento de los fumadores crónicos pueden tener EPOC clínicamente aparente, aunque muchos fumadores con antecedentes de tabaquismo de larga data pueden presentar una función pulmonar reducida. En algunos fumadores se manifiestan afecciones pulmonares menos frecuentes. Se las puede diagnosticar mal como EPOC hasta que no se realiza una evaluación más minuciosa.
Cómo resultan afectados los pulmones
El aire se traslada por la tráquea e ingresa en los pulmones por medio de dos tubos largos (bronquios). Dentro de los pulmones, estos tubos se dividen muchas veces, como las ramas de un árbol, en tubos más pequeños (bronquiolos) que tienen en sus extremos sacos de aire diminutos (alvéolos).
Los sacos de aire tienen paredes muy delgadas repletas de vasos sanguíneos (capilares). El oxígeno presente en el aire que inhalas atraviesa estos vasos sanguíneos e ingresa en el torrente sanguíneo. Al mismo tiempo, se exhala dióxido de carbono (un gas que es un producto de desecho del metabolismo).
Los pulmones dependen de la elasticidad natural de los bronquios y de los sacos de aire para que el aire salga del organismo. A causa de la EPOC, pierden su elasticidad y se estiran en exceso, por lo cual queda aire atrapado en ellos al exhalar.
Causas de la obstrucción de las vías respiratorias
Las causas de la obstrucción de las vías respiratorias incluyen las siguientes:

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Enfisema. Esta enfermedad de los pulmones destruye las paredes frágiles y las fibras elásticas de los alvéolos. Las vías respiratorias pequeñas colapsan cuando exhalas, lo que impide el flujo de aire hacia afuera desde los pulmones.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Bronquitis crónica. Si padeces esta enfermedad, los bronquios se inflaman y se estrechan, y los pulmones producen más mucosidad, lo cual puede bloquear aun más los bronquios que están estrechos. El paciente puede presentar una tos crónica por tratar de limpiar las vías respiratorias.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Humo de cigarrillo y otros irritantes. En la gran mayoría de los casos, el daño pulmonar que provoca EPOC se debe a fumar durante un largo plazo. Sin embargo, probablemente también haya otros factores que juegan un papel en la aparición de la EPOC, tales como una susceptibilidad genética a la enfermedad, porque solo alrededor del 20 al 30 por ciento de los fumadores podría presentar EPOC.
Otros irritantes pueden causar EPOC, incluidos el humo de cigarro, el humo de segunda mano, el humo de pipa, la contaminación ambiental y la exposición en el lugar de trabajo al polvo, el humo o los vapores.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Deficiencia de alfa-1 antitripsina
Aproximadamente, en el 1 por ciento de las personas con EPOC, la enfermedad se produce a causa de un trastorno genético que provoca niveles bajos de una proteína llamada alfa-1 antitripsina. La alfa-1 antitripsina se produce en el hígado y se segrega al torrente sanguíneo para ayudar a proteger los pulmones. La deficiencia de alfa-1 antitripsina puede afectar al hígado además de a los pulmones. El daño en los pulmones puede producirse en bebés y niños, no solo en adultos con antecedentes de fumadores de larga data.
Para los adultos con EPOC relacionada con la deficiencia de alfa-1 antitripsina, las opciones de tratamiento son las mismas que para las personas que tienen tipos más frecuentes de EPOC. Además, el tratamiento de algunas personas podría consistir en reemplazar la proteína alfa-1 antitripsina faltante, lo cual puede evitar daños adicionales a los pulmones.

Factores de riesgo
Los factores de riesgo para la EPOC incluyen los siguientes:

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Exposición al humo de tabaco. El factor de riesgo más significativo para la EPOC es fumar cigarrillo por un largo plazo. Cuanto más años y más cigarrillos fumas, mayor es el riesgo. Los fumadores de pipa, cigarros y marihuana también pueden presentar riesgo, al igual que las personas expuestas a cantidades abundantes de humo de segunda mano.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Personas con asma que fuman. La combinación de asma, una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias y el cigarrillo aumenta incluso más el riesgo de EPOC.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Exposición ocupacional a polvos y sustancias químicas. La exposición por un largo plazo a gases, vapor y polvo de sustancias químicas en el lugar de trabajo puede irritar e inflamar los pulmones.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Exposición a gases de la combustión. En el mundo en desarrollo, las personas expuestas a gases de la combustión para cocinar y calentar en hogares con mala ventilación tienen mayor riesgo de padecer EPOC.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Edad. La EPOC aparece lentamente en un lapso de años, de modo que la mayoría de las personas tienen al menos 40 años cuando comienzan los síntomas.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Genética. El trastorno genético poco frecuente llamado deficiencia de alfa-1 antitripsina es la causa de algunos casos de EPOC. Otros factores genéticos probablemente hagan que algunos fumadores sean más propensos a la enfermedad.

Complicaciones
La EPOC puede causar muchas complicaciones, incluidas las siguientes:

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Infecciones respiratorias. Las personas con EPOC tienen mayor probabilidad de sufrir resfríos, gripe o neumonía. Cualquier infección respiratoria puede dificultar mucho la respiración y causar un mayor daño al tejido pulmonar. La vacunación anual contra la gripe y las vacunaciones periódicas contra la neumonía neumocócica pueden prevenir algunas infecciones.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Problemas del corazón. Por motivos que no se comprenden del todo, la EPOC puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, incluido el ataque cardíaco. Dejar de fumar puede reducir este riesgo.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Cáncer de pulmón. Las personas con EPOC tienen un riesgo más alto de padecer cáncer de pulmón. Dejar de fumar puede reducir este riesgo.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Presión arterial alta en las arterias pulmonares. La EPOC puede causar presión arterial alta en las arterias que hacen circular sangre a los pulmones (hipertensión pulmonar).
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Depresión. La dificultad para respirar puede impedir que hagas actividades que disfrutas. Además, vivir con esta enfermedad grave puede contribuir a que el paciente presente depresión. Habla con tu médico si te sientes triste o impotente, o si piensas que puedes tener depresión.

Prevención
A diferencia de otras enfermedades, la EPOC tiene una causa clara y un modo claro de prevención. La mayoría de los casos están directamente relacionados con el tabaquismo, y la mejor manera de prevenir la EPOC es no fumar o dejar de fumar ahora mismo.
Si has sido fumador durante mucho tiempo, quizá estas afirmaciones simples no te parezcan tan simples, sobre todo si has intentado dejar una vez, dos veces o muchas veces. Sin embargo, debes seguir intentando dejarlo. Es de suma importancia encontrar un programa para dejar de fumar que pueda ayudar a dejar el hábito para siempre. Es tu mejor oportunidad para prevenir el daño a tus pulmones.
La exposición que generan ciertos trabajos a vapores y polvo de sustancias químicas es otro factor de riesgo para la EPOC. Si trabajas con este tipo de irritantes pulmonares, habla con tu supervisor sobre las mejores maneras de protegerte, por ejemplo, usar un equipo de protección respiratoria.
Diagnóstico

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Espirómetro
Con frecuencia, la EPOC es mal diagnosticada: en ocasiones se les dice a los exfumadores que tienen EPOC, cuando en realidad puede que tengan un simple deterioro u otra afección pulmonar menos frecuente. Del mismo modo, es posible que muchas personas que tienen EPOC no reciban un diagnóstico hasta que la enfermedad esté avanzada; en esos casos, las intervenciones son menos eficaces.
Para diagnosticar tu enfermedad, el médico revisará tus signos y síntomas, analizará tus antecedentes e historia clínica, y toda exposición que hayas tenido a irritantes pulmonares, especialmente al humo de cigarrillo. Es posible que el médico solicite varias pruebas para diagnosticar tu enfermedad.

Las pruebas pueden incluir:

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Pruebas de la función pulmonar. Las pruebas de la función pulmonar miden la cantidad de aire que puedes inhalar y exhalar, y si tus pulmones están suministrando suficiente oxígeno a la sangre.
La espirometría es la prueba de la función pulmonar más frecuente. Durante esta prueba, se te pedirá que soples dentro de un tubo ancho conectado a una pequeña máquina llamada espirómetro. Esta máquina mide la cantidad de aire que pueden retener tus pulmones y la velocidad con la que puedes sacar aire de ellos.
La espirometría puede detectar la EPOC incluso antes de que tengas síntomas de la enfermedad. También puede utilizarse para hacer un seguimiento del avance de la enfermedad y para controlar si el tratamiento está funcionando bien. La espirometría suele incluir una medición del efecto de la administración de un broncodilatador. Otras pruebas de función pulmonar incluyen la medición del volumen de los pulmones, la capacidad de difusión y la pulsioximetría.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Radiografía torácica. Una radiografía torácica puede mostrar el enfisema, una de las principales causas de EPOC. Una radiografía también puede descartar otros problemas pulmonares o insuficiencia cardíaca.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Exploración por TC. Una exploración por TC puede ayudar a detectar un enfisema y a determinar si podrías beneficiarte de una cirugía para la EPOC. Las exploraciones por TC también pueden utilizarse para detectar cáncer de pulmón.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Gasometría arterial. Este análisis de sangre mide si tus pulmones están suministrando oxígeno a la sangre y eliminando el dióxido de carbono de manera adecuada.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Análisis de laboratorio. No se utilizan análisis de laboratorio para diagnosticar EPOC, pero podrían utilizarse para determinar la causa de los síntomas o para descartar otras afecciones. Por ejemplo, pueden utilizarse análisis de laboratorio para determinar si tienes el trastorno genético de deficiencia de alfa-1 antitripsina, el cual puede ser la causa de algunos casos de EPOC. Este análisis puede realizarse si tienes antecedentes de EPOC y manifiestas EPOC a una edad temprana, por ejemplo, antes de los 45 años.

Tratamiento
Un diagnóstico de EPOC no es el fin del mundo. La mayoría de las personas tienen casos leves de la enfermedad, para los cuales no se necesita mucha más terapia que dejar de fumar. Incluso en estadios más avanzados de la enfermedad, existe una terapia eficaz que puede controlar los síntomas, reducir el riesgo de complicaciones y reagudizaciones, y mejorar tu capacidad de tener una vida activa.
Dejar de fumar
La medida más importante en cualquier plan de tratamiento para la EPOC es dejar de fumar por completo. Es la única manera de impedir que la EPOC empeore, lo cual a la larga puede reducir tu capacidad de respirar. Pero dejar de fumar no es fácil. Y puede parecer particularmente abrumador si has tratado de dejar pero no lo lograste.
Habla con tu médico acerca de los productos y medicamentos reemplazantes de la nicotina que podrían ayudar, y también acerca de cómo manejar las recaídas. Tu médico también puede recomendarte un grupo de apoyo para personas que quieren dejar de fumar. También es una buena idea evitar la exposición al humo de segunda mano cuando sea posible.
Medicamentos
Los médicos utilizan diversos tipos de medicamentos para tratar los síntomas y las complicaciones de la EPOC. Puedes tomar algunos medicamentos regularmente y otros cuando los necesites.
Broncodilatadores
Estos medicamentos (que, por lo general, vienen en un inhalador) relajan los músculos que rodean las vías respiratorias. Esto puede ayudar a aliviar la tos y la dificultad para respirar, además de hacer que respires más fácilmente. Según la gravedad de la enfermedad, es posible que necesites un broncodilatador de acción rápida antes de realizar ciertas actividades o un broncodilatador de acción prolongada que uses todos los días, o ambos.
Los broncodilatadores de acción rápida incluyen salbutamol (ProAir HFA, Ventolin HFA y otros), levalbuterol (Xopenex HFA) y ipratropio (Atrovent). Los broncodilatadores de acción prolongada incluyen tiotropio (Spiriva), salmeterol (Serevent), formoterol (Foradil, Perforomist), arformoterol (Brovana), indacaterol (Arcapta) y aclidino (Tudorza).
Esteroides inhalados
Los medicamentos con corticoesteroides inhalados pueden reducir la inflamación de las vías respiratorias y ayudar a evitar reagudizaciones. Los efectos secundarios pueden incluir hematomas, infecciones orales y ronquera. Estos medicamentos son útiles para las personas con reagudizaciones frecuentes de la EPOC. La fluticasona (Flovent HFA, Flonase y otros) y el budesonida (Pulmicort Flexhaler, Uceris y otros) son ejemplos de esteroides inhalados.
Inhaladores combinados
Algunos medicamentos combinan broncodilatadores y esteroides inhalados. Salmeterol y fluticasona (Advair), y formoterol y budesonida (Symbicort) son ejemplos de inhaladores combinados.
Esteroides orales
Para personas que tienen una reagudización moderada o grave, los tratamientos cortos (por ejemplo, de cinco días) con corticoesteroides orales previenen el empeoramiento de la EPOC. Sin embargo, el uso de estos medicamentos a largo plazo puede tener efectos secundarios graves, tales como aumento de peso, diabetes, osteoporosis, cataratas y un mayor riesgo de infección.
Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 4
Un nuevo tipo de medicamento aprobado para personas con EPOC grave y síntomas de bronquitis crónica es el roflumilast (Daliresp), un inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 4. Este medicamento reduce la inflamación de las vías respiratorias y las relaja. Los efectos secundarios frecuentes incluyen diarrea y pérdida de peso.
Teofilina
Este medicamento muy económico puede ayudar a mejorar la respiración y prevenir las reagudizaciones. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, cefalea, latidos rápidos del corazón y temblores. Los efectos secundarios dependen de la dosis; se recomiendan dosis bajas.
Antibióticos
Las infecciones respiratorias, tales como la bronquitis aguda, la neumonía y la influenza, pueden agravar los síntomas de la EPOC. Los antibióticos ayudan a tratar las reagudizaciones, pero no suelen recomendarse como medida de prevención. Sin embargo, un estudio reciente muestra que el antibiótico azitromicina previene las reagudizaciones, aunque no está claro si esto se debe a su efecto antibiótico o a sus propiedades antiinflamatorias.
Terapias pulmonares
Los médicos suelen utilizar las siguientes terapias adicionales para las personas con EPOC de moderada a grave:
Oxigenoterapia. Si no tienes suficiente oxígeno en la sangre, es probable que necesites administración de oxígeno. Existen varios dispositivos para suministrar oxígeno a los pulmones, incluidas unas unidades portátiles livianas que puedes llevar contigo mientras haces mandados y recorres la ciudad. Algunas personas con EPOC usan oxígeno solo durante las actividades o mientras duermen. Otras usan oxígeno todo el tiempo. La oxigenoterapia puede mejorar la calidad de vida y es la única terapia para la EPOC que se comprobó que prolonga la vida. Habla con el médico sobre tus necesidades y opciones.
Programa de rehabilitación pulmonar. Estos programas generalmente combinan educación, capacitación sobre actividad física, recomendaciones nutricionales y asesoramiento psicológico. Trabajarás con una variedad de especialistas, que pueden personalizar el programa de rehabilitación para que se adapte a tus necesidades. La rehabilitación pulmonar puede acortar las internaciones, aumentar tu capacidad de participar en actividades cotidianas y mejorar tu calidad de vida. Habla con tu médico acerca de la posible derivación a un programa.
Control de las reagudizaciones
Incluso con un tratamiento en curso, es posible que haya ocasiones en que los síntomas empeoren durante días o semanas. Esto se llama reagudización y puede provocar insuficiencia pulmonar si no recibes tratamiento de inmediato.
Las reagudizaciones pueden estar causadas por una infección respiratoria, por la contaminación del aire o por otros desencadenantes de inflamación. Independientemente de la causa, es importante buscar atención médica de inmediato si notas un aumento sostenido de la tos o un cambio en la mucosidad, o si tienes mayor dificultad para respirar.
Cuando se producen reagudizaciones, es posible que necesites medicamentos adicionales (tales como antibióticos, esteroides o ambos), administración de oxígeno o tratamiento en el hospital. Una vez que los síntomas mejoran, el médico hablará contigo acerca de las medidas que debes tomar para evitar reagudizaciones más adelante. Las medidas incluyen dejar de fumar, tomar esteroides inhalados, broncodilatadores de acción prolongada u otros medicamentos, recibir la vacuna anual contra la influenza y evitar la contaminación del aire cuando sea posible.
Cirugía
La cirugía es una opción para algunas personas que padecen determinadas formas más graves de enfisema pulmonar y no obtienen buenos resultados solo con medicamentos. Entre las opciones quirúrgicas, pueden mencionarse las siguientes:
Cirugía para reducir el volumen pulmonar. En esta cirugía, el médico elimina pequeños trozos de tejido pulmonar dañado de la parte superior de los pulmones. Así, se genera más espacio en la cavidad torácica en el que puede expandirse el tejido pulmonar sano y donde el diafragma puede funcionar de manera más eficiente. En algunas personas, esta cirugía puede mejorar la calidad de vida y prolongarla.
Trasplante de pulmón. El trasplante de pulmón puede ser una opción para determinadas personas que cumplen con criterios específicos. El trasplante puede mejorar la capacidad de respirar y mantenerse activo. Sin embargo, es una intervención mayor que implica riesgos considerables, como rechazo del órgano, y es necesario tomar medicamentos inmunosupresores de por vida.
Bulectomía. Cuando las paredes de los sacos de aire se destruyen, se forman espacios de aire grandes (bulas) en los pulmones. Las bulas pueden agrandarse y provocar problemas respiratorios. En una bulectomía, el médico extrae las bulas de los pulmones para mejorar el flujo de aire.

Estilo de vida y remedios caseros

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Si tienes EPOC, puedes tomar las siguientes medidas para sentirte mejor y demorar el daño a los pulmones:
Controla la respiración. Habla con tu médico o terapeuta de la respiración sobre técnicas para respirar con mayor eficacia durante todo el día. También asegúrate de analizar las posiciones de respiración y las técnicas de relajación que puedes usar cuando tienes dificultad para respirar.
Limpia tus vías respiratorias. Al padecer EPOC, la mucosidad tiende a acumularse en las vías aéreas y puede ser difícil de eliminar. La tos controlada, tomar abundante agua y utilizar un humidificador pueden ayudar.
Haz ejercicio regularmente. Puede ser difícil hacer ejercicio si tienes problemas para respirar; sin embargo, si haces ejercicio en forma regular, mejorarás tu fuerza y resistencia en general, y fortalecerás los músculos respiratorios. Analiza con tu médico qué actividades son adecuadas para ti.
Consume alimentos saludables. Una dieta saludable puede ayudarte a mantener la fuerza. Si tienes bajo peso, el médico podría recomendar que tomes suplementos nutricionales. Si tienes sobrepeso, perder peso puede ayudar significativamente a tu respiración, sobre todo en los momentos en que haces algún esfuerzo.
Evita el humo y la contaminación del aire. Además de dejar de fumar, es importante que evites los lugares donde otras personas fuman. El humo de segunda mano puede contribuir a un mayor daño pulmonar. Otros tipos de contaminación del aire también pueden irritar tus pulmones.
Consulta al médico regularmente. Cumple tu cronograma de consultas, incluso si te sientes bien. Es importante controlar constantemente tu función pulmonar. También asegúrate de darte la vacuna anual contra la influenza en el otoño para ayudar a prevenir infecciones que pueden empeorar la EPOC. Pregúntale a tu médico cuándo debes darte la vacuna antineumocócica. Cuéntale al médico si los síntomas empeoran o si notas signos de infección.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Vivir con EPOC puede ser un desafío, especialmente cuando se torna más difícil recuperar el aliento. Quizás debas dejar de hacer algunas actividades que antes disfrutabas. Para tus familiares y amigos, tal vez sea difícil adaptarse a algunos de los cambios.
Puede ayudarte compartir tus temores y sentimientos con tu familia, tus amigos y con el médico. Posiblemente desees considerar la idea de unirte a un grupo de apoyo para personas que padecen EPOC. Y, si te sientes deprimido o abrumado, quizás te ayude hacer terapia o tomar medicamentos.
Preparación para la consulta
Si tu médico de atención primaria sospecha que tienes EPOC, probablemente te derive a un neumólogo, un médico especializado en enfermedades de los pulmones.
Qué puedes hacer
Antes de tu consulta, quizás quieras preparar una lista de respuestas a las siguientes preguntas:
¿Qué síntomas tienes? ¿Cuándo comenzaron?
¿Qué empeora los síntomas? ¿Qué los mejora?
¿Tienes algún familiar con EPOC?
¿Has recibido algún tratamiento para la EPOC? Si es así, ¿cuál? ¿Te ayudó?
¿Has tomado alguna vez betabloqueantes para la presión arterial alta o el corazón?
¿Recibes tratamiento para alguna otra afección?
¿Qué medicamentos y suplementos tomas regularmente?
Tal vez quieras que un amigo o familiar te acompañe a la consulta. A menudo, dos pares de oídos escuchan más que uno a la hora de obtener información sobre un problema médico complejo como la EPOC. Toma notas si te sirve.
Qué esperar del médico
El médico puede hacerte algunas de las siguientes preguntas:
¿Cuánto hace que tienes tos?
¿Tienes dificultad para respirar a menudo?
¿Has notado algún silbido al respirar?
¿Fumas o has fumado cigarrillos alguna vez?
¿Necesitas ayuda para dejarlo?
Estudios clínicos
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