El femicidio se consumó en una vivienda del mencionado barrio porteño. El hombre podría estar en Paraguay, de donde es oriundo
El prestamista que está prófugo como presunto autor del femicidio de su pareja Ferni Ayala, asesinada la semana pasada de dos tiros en su casa del barrio Zavaleta de Barracas, ya figura con alerta roja y entre los más buscados por Interpol, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Esteban Rojas Almada (45), de nacionalidad paraguaya, quien hace siete días -cuando se descubrió el crimen-, está con un pedido de captura nacional e internacional por el femicidio de quien era su novia y concubina.
La ficha de Rojas, con sus datos personales y una fotografía, aparece con “red notice” (alerta roja), entre las personas fugitivas más buscadas por Interpol, en su sitio web internacional.
El aviso indica que el acusado paraguayo es buscado por la justicia argentina y bajo la imputación de un “homicidio agravado por el vínculo, por su comisión por parte de un hombre, contra una mujer (femicidio), mediando violencia de género y mediante el empleo de un arma de fuego”.
La inclusión de Rojas entre los más buscados de Interpol responde a un pedido del juez a cargo de la causa, Mariano Iturralde, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 16.
Pese a que la causa se encuentra en secreto de sumario y que desde el primer día trabajan detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, fuentes judiciales indicaron a Télam que el juez Iturralde sumó ahora para la búsqueda del prófugo, al Departamento Inteligencia contra el Crimen Organizados de la Policía Federal Argentina (PFA).
La principal sospecha de los investigadores es que Rojas, quien tiene recursos económicos, podría estar refugiado en algún sitio del interior del país, o incluso haber logrado fugarse a su país natal, Paraguay, por algún paso clandestino o con documentación falsa, en las casi 24 horas que tuvo para huir desde que se cometió el crimen hasta que se descubrió.
El femicidio de Ferni Ayala (28) se cometió la madrugada del 19 de febrero, en el primer piso de la casa 187 ubicada sobre la calle Lavardén, manzana 18, del barrio 21-24 Zavaleta, situado en Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires, pero se descubierto al día siguiente, la madrugada del lunes pasado.
Agentes de la Comisaría Vecinal 4D fueron convocados al lugar y constataron que Ayala yacía asesinada, luego de que dos de las hermanas de la víctima que horas antes habían formulado la denuncia por averiguación de paradero, derribaran con ayuda de un vecino la puerta del departamento y hallaran el cadáver.
Al ingresar a la vivienda, los uniformados hallaron el cuerpo de Ferni tirado en una habitación, boca arriba, vestida con ropa de cama y con al menos dos impactos de bala en el pecho. A su vez, los peritos constataron que llevaba varias horas fallecida.
Luego de realizar un relevamiento de testimonios, los investigadores policiales y el fiscal de instrucción Pablo Recchini identificaron como posible sospechoso del crimen al ahora prófugo Rojas, quien era pareja de la víctima y al que se vio discutir con ella a la salida del boliche “Radio Studio” del barrio de Constitución, el domingo a la madrugada.
La familia de la mujer contó a la prensa y a los investigadores que un comentario sobre una expareja de Ferni, realizado esa noche por un amigo de la víctima y que enfureció a Rojas, pudo ser el móvil del femicidio.
Algunos vecinos ya declararon que esa madrugada vieron llegar a los dos a su casa del barrio Zavaleta, pero lo vieron salir solo a Rojas del inmueble y retirarse en un auto.
Si bien se pensaba que el imputado, quien se dedica a prestar dinero, podía estar fugando en su auto, un Honda Civic que tenía pedido de secuestro en todo el país, el vehículo apareció el miércoles por la tarde estacionado en el cruce de las calles California y Santa Elena, en Barracas.
Los policías que llegaron al lugar se entrevistaron a los pocos minutos con un mecánico que se acercó y les dijo que ese auto lo tenía en su taller desde el 14 de febrero pasado y que lo había sacado a la calle porque le habían llegado unos repuestos.
Si bien no existen denuncias previas de Ferni hacia Rojas por violencia de género, la familia de la víctima contó a la prensa que la víctima decía que el hombre era “muy celoso” y le revisaba el celular.
Además, una expareja del imputado que vive en el mismo edificio donde ocurrió el homicidio, declaró en el expediente que sufrió violencia física, psicológica y económica por parte del acusado.