La vaginosis bacteriana es un tipo de inflamación vaginal causada por el crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran naturalmente en la vagina, lo que altera el equilibrio natural.

Las mujeres en sus años reproductivos son más propensas a contraer vaginosis bacteriana, pero esta puede afectar a mujeres de cualquier edad. No se entiende por completo la causa, pero ciertas actividades, como las relaciones sexuales sin protección o las duchas vaginales frecuentes, aumentan el riesgo.

Síntomas

Vaginosis bacteriana
Algunos de los signos y síntomas de la vaginosis bacteriana son:
Secreción vaginal delgada, gris, blanca o verde – Olor vaginal fétido a “pescado” – Comezón vaginal – Ardor al orinar – Muchas mujeres con vaginosis bacteriana no tienen signos ni síntomas.

Causas

La vaginosis bacteriana se produce por un aumento excesivo de la cantidad de una de las bacterias que naturalmente se encuentran en la vagina. Normalmente, la cantidad de bacterias «buenas» (lactobacilos) es superior a la cantidad de bacterias «malas» (anaerobios). Ahora bien, si hay demasiados anaerobios, estos alteran el equilibrio natural de los microorganismos de la vagina y causan vaginosis bacteriana.

Factores de riesgo

Vaginosis bacteriana
Los factores de riesgo para la vaginosis bacteriana incluyen los siguientes:
Tener múltiples parejas sexuales o una nueva pareja sexual – Duchas vaginales – Ausencia natural de lactobacilos

Complicaciones

La vaginosis bacteriana generalmente no causa complicaciones. A veces, padecer vaginosis bacteriana puede conducir a lo siguiente:
Nacimiento prematuro – Infecciones de transmisión sexual – Riesgo de infección después de la cirugía ginecológica – Enfermedad inflamatoria pélvica

Prevención

Para ayudar a prevenir la vaginosis bacteriana, haz lo siguiente:
Minimiza la irritación vaginal – No te des duchas vaginales – Evita una infección de transmisión sexual

Diagnóstico

Vaginosis bacteriana
Para diagnosticar la vaginosis bacteriana, es posible que el médico:
Haga preguntas sobre tu historia clínica – Realiza un examen pélvico – Tome una muestra de las secreciones vaginales – Controlar el pH vaginal

Tratamiento

Para tratar la vaginosis bacteriana, el médico puede prescribir uno de los siguientes medicamentos:
Metronidazol (Flagyl, Metrogel-Vaginal, otros) – Clindamicina (Cleocin, Clindesse, otros) – Tinidazol (Tindamax). Este medicamento se toma por vía oral.
Toma el medicamento o usa la crema o el gel durante el tiempo que tu médico lo recete, incluso si los síntomas desaparecen. La interrupción temprana del tratamiento puede aumentar el riesgo de recurrencia.
Reaparición
Es común que la vaginosis bacteriana reaparezca en un plazo de tres a 12 meses, a pesar del tratamiento. Los investigadores están analizando tratamientos para la vaginosis bacteriana recurrente. Si los síntomas reaparecen poco después del tratamiento, habla con tu médico acerca de los tratamientos. Una opción puede ser el tratamiento con metronidazol de uso prolongado.
Un enfoque de autocuidado es la terapia mediante colonización de lactobacilos —que intenta aumentar la cantidad de bacterias buenas en la vagina y restablecer un entorno vaginal equilibrado— que posiblemente se logra al comer ciertos tipos de yogur u otros alimentos que contienen lactobacilos. Aunque la investigación actual muestra que puede haber algún beneficio en la terapia probiótica, se necesita más investigación sobre el tema.

Cuándo debes consultar con un médico

Pide una consulta con el médico si ocurre lo siguiente:
Tienes un flujo vaginal nuevo y asociado con un olor o fiebre – Has tenido infecciones vaginales antes, pero el color y la consistencia del flujo parece diferente esta vez – Tienes varias parejas sexuales o una nueva pareja reciente – Has probado por tu cuenta un tratamiento de venta libre para una infección por levaduras, y los síntomas persisten.
Intenta coordinar una consulta para una fecha en la que no estés menstruando. De esa forma, el médico de atención primaria o ginecólogo puede observar y evaluar el flujo vaginal sin que se interponga la menstruación. Evita usar tampones y desodorantes vaginales en aerosol, tampoco uses duchas vaginales ni tengas relaciones sexuales 24 horas antes de la consulta.