Madeleine, de tan solo tres años, fue secuestrada de un hotel de Portugal en 2007. Pese a los años transcurridos, el suceso quedó impune. La causa dejará de recibir fondos
La desaparición y crimen de Madeleine McCann, la niña de tres años secuestrada en 2007 en la habitación de un hotel de Portugal, ya no se investigará y, por lo tanto, su causa dejará de recibir fondos económicos. Ante eso, sus padres lanzaron una colecta para continuar con la búsqueda.
Las autoridades británicas anunciaron este martes que, después de 11 años, dejarán de destinar fondos para la búsqueda, que solo podrá ser reabierta si surge algún descubrimiento relevante.
La niña desapareció el 3 de mayo de 2007 cuando estaba de vacaciones junto a sus progenitores y hermanos en Praia Da Luz, en la costa lusa. Tras regresar de una cena con amigos, sus padres descubrieron que la nena no estaba en la cama del hotel donde se alojaban e iniciaron una búsqueda, que resultó siendo infructuosa.
En los primeros años, se desarrollaron diversas hipótesis alrededor de los padres de la víctima y respecto a lo que le pudo haber pasado, además de recibir pistas falsas en todo el mundo. Ante la falta de información precisa, pruebas concretas y avances, en 2011 la Policía Metropolitana de Londres creó la Operación Grange, cuyo “final del camino ahora está a la vista”, de acuerdo a lo aportado por el diario británico The Sun. Una fuente cercana al medio indicó que el 31 de marzo se terminará el financiamiento y “actualmente no hay planes para llevar más lejos la investigación. Se espera que el trabajo del equipo esté terminado para el otoño”.
La finalidad de ese grupo de investigadores era hallar a Madeleine junto con el refuerzo de otras policías europeas.
Sin este apoyo, los progenitores, desesperados, lanzaron una colecta de fondos para continuar la búsqueda y cuentan con el apoyo de un empresario local. Los pesquisas, en su momento, creían que podrían llegar a cerrar el caso este año porque querían conseguir todas las pruebas posibles y presentar cargos, pero con el pasar de los años se redujo la cantidad de agentes involucrados y se generaron diferencias entre las hipótesis que manejan las autoridades británicas y las alemanas. los primeros toman el suceso como una desaparición y los segundos creen que la menor fue secuestrada y asesinada.
Sin embargo, la investigación viró para otro lado cuando en 2020 la Operación Grange apuntó contra un nuevo sospechoso: el alemán Christian Brueckner. Según los fiscales germanos, el femicida.
El hombre, de 44 años, está preso tras haber violado a una anciana norteamericana, pero también se lo investiga por un abuso sexual en Portugal en 2004 que tuvo como víctima a una mujer irlandesa y por exhibicionismo con menores. Pese a sus antecedentes, no se consiguieron pistas suficientes para responsabilizarlo por la muerte de Madeleine.
